Publicado en Artículo de Opinión., Soñando ser Poeta.

La Cultura del Café Lojano, entre Música e Historia.

Haciendo honorable memoria, cual homenaje a las lojanidades como a los lojanismos, y a sus actores históricos, constructores de maravillosa literatura, composiciones y melodías-himnos, que ya pasaron de ser muchos a ser imposible de contarlos. Recordamos en esta ocasión, los temas que fueron compuestos, musicalizados y cantados por Trosky Guerrero y Benjamín Ortega, que han perdurado en el enigmático tiempo, logrando plasmar y rememorar nuestras costumbres culturales, gastronómicas e idiomáticas, como lo narran estética y poéticamente, nombrando al gran café Lojano, en su armonía musical denominada Añoranzas:

“Venga el tacho de agua hirviendo y el chucho para filtrar,

ese café que en mi tierra, como en ninguna, se da.

Venga el sango venga el molo, también la buena cecina,

aunque el cuchillo motolo, ya no lo quiera cortar”

En ese fantástico contraste del recuerdo, la actualidad y lo de antología, está el café de Loja, hoy mundialmente conocido, y con ello “La cultura del café lojano», que logra su sutileza a través del “Chucho” pieza clave del filtrado, el jarro, como implemento infaltable en el hogar milenario, junto a la variedad, sabor y aroma de este buen Café Lojano; siendo sembrado, cultivado y cuidado como a un miembro de la familia, en donde la alegría de todos se desborda al verlo producir por primera vez.

Tal como lo cultivaron y lo degustaron nuestros ancestros, y lo seguimos haciendo nosotros, incluso con cambios positivos, combinando lo rudimentario, con miras a surgir, aplicando mejoras técnicas de siembra, con crecimiento y expansión de mercado, compitiendo con las grandes élites. Pero lo que no cambia, ni cambiará, es la costumbre infalible de tomar un delicioso café en horas de la tarde, así como lo hacen los Ingleses con la hora del Té, las lojanas y lojanos lo hacemos con la hora del Café.

Hoy, ha quedado perennizado en esta nuestra tierra sagrada, a través de un monumento: el Chucho, Jarro y Café Lojano, como también quedó perennizado el alcalde que lo construyó, Jorge Bailón. Esta escultura debiera trasmitir el sentido de pertenencia e identidad de una de nuestras costumbres ancestrales, en torno a la cultura del café Lojano.

Pues al contorno de este monumento, es importante visionar y concatenar acciones técnicas y prácticas, como lo es, el qué: se tiene que aprovechar la posición geográfica de Loja, que brinda ser un lugar bendecido para cultivar café de las mejores características. Y este maravilloso producto bien aprovechado, se entrelaza con la agricultura, el comercio y la atracción de visitantes al segmento de la cultura del café Lojano, que comprende: su preparación, tradiciones, costumbres, rituales, conocimientos prácticos empíricos y técnicos, así como información y atención al cliente. Todo en un segmento de marketing turístico y comercial que, así como llevará a comercializar el café internacionalmente, congregará a turistas a pernoctar alrededor del segmento socioproductivo cultural, alrededor de la representación icónica monumental del «Chucho, el Jarro y el Café» como valuarte de un proceso de desarrollo sostenible local para internacionalización.

Hasta entonces que suceda esto, esperando que sean aplicadas políticas públicas de avanzada, mientras nuestra Loja altiva se empina escalando entre el arte, el turismo, el comercio, la agricultura y ganadería, en contra corriente de las vicisitudes; seguiremos acompañándola como altivos lojanos, los que son, los que no son, los que están, los ausentes y algunos que volverán. Todas y todos permanecerán taciturnos quizá, entre sorbos de café caliente, acompañados con un libro, una guitarra y una entonación de las más altas, aunque en muchas de las veces el vibrato nos logre ganar una que otra, o muchas lágrimas, del amor o el sinsabor, de la riza o la tristeza; al recordar, vivir o extrañar, la familiaridad, la amistad, el enamoramiento, o la añoranza de los miembros de nuestra campiña Lojana. 

Por: @gorkiaguirre

Añoranzas (Canción) 👇

Añoranzas (letra) 👇

Anduve en pueblos pequeños, y en ciudades populosas,

me perdí por los caminos y en las calles rumorosas,

me envolvieron de cariño mil chiquillas buenas mozas,

me envolvieron de cariño mil chiquillas buenas mozas,

hallé corazón de amigo, ternura y afecto firme,

y algún rato sin quererlo, hice el quite pa’ irme.

En verdad que de todo lado me alejo con gran congoja,

más se adormece el costado cuando me regreso a Loja.

Venga el tacho de agua hirviendo y el chucho para filtrar,

ese café que en mi tierra, como en ninguna, se da.

Venga el sango venga el molo, también la buena cecina

aunque el cuchillo motolo, ya no lo quiera cortar.

Había un patojo huaco que hacía de mandadero

y como era un poco flaco le decían fifirrichi

era tispo el majadero y su pelo negro y duro como los de un chinicuro.

Un día le dieron beta, le chinieron el trasero

porque le quebró el güargüero al mejor gallo güarico.

Él se bañó de despecho viriguito en el molino,

se secó con un gangocho y prosiguió su camino.

Con Luis Pineda una tarde nos comimos frutas verdes,

estaban súparas, gamas, pero como eran ajenas, nos parecieron muy buenas.

Por poco me voy al nicho, me dio tremenda lipidia

y el casi muere con wicho por comer panela y media.

A la hora del rosario, un hombre rondaba el barrio

y con sus llaves hechizas quiso robar en la casa,

como había sido virolo abrió la puerta del sastre

me lo dejó sin un traste, se le llevó las camisas,

los bujingos y la plancha y si es que no se la arrancha,

se la llevó a su señora que se levantó a esa hora

a pichir para ir a misa si, a pichir para ir a misa.

Se me viene a la cabeza la negra que me gustaba,

que con una gran destreza su cabello destambaba.

También recuerdo a Contento con su aguardientosa tripa,

buchido en la yashipa brincando de cocha en cocha pisando los jimbiricos,

y su facón mangulero, en alguna piedra tocha lo afilaba

y lo convertía en navaja de peluquero.

Traía el coche más gordo de la jungla con un lazo,

le desarmaba el tramojo y le hundía un cuchillazo,

después de su largo alarido, Contento ponía a su cliente,

una piedra entre los dientes.

Un espectáculo hermoso para todos los glotones,

era ver entre las brasas, la paila de chicharrones.

Se alistaban las chiquillas para embutir las morcillas

otras con cantos y risas, rellenaban longanizas,

y entre chanfaina y fritada, tomaba puro la hinchada

para evitar que en la noche, los vaya a patear el coche.

El compadre se ha enojado, pues lo llamaron tataco

dejando a lado su saco, peleó como un condenado,

y entre ñecos y cocachos, lo dejaron mal parado.

Todo esto es solo recuerdo y me embarga la añoranza

pero pienso en el retorno y tengo nueva esperanza,

cuando veo a algún paisano en la costa o en la sierra,

lo saludo con la mano y me acerco a ver si puede contar algo de mi tierra.

Mi corazón siempre ausente de la ciudad que yo anhelo, y mi alma en ella presente, porque en ella está mi cielo.

Letra: Benjamín Ortega Música: Trosky Guerrero

Publicado en Soñando ser Poeta.

Mariachi Trilce

Nunca me dejes solo, como Un Mariachi Trilce, esto indica la letra de la excelente canción de «Pueblo Nuevo» «Mariachi Trilce» y como tal, una más de las tantas obras magníficas de este grupo artístico nacional, de raíces lojanas y de carácter mundialmente reconocido.

Más allá del llamado de atención de la belleza sinfónica lírica de esta melodía, da un contexto peculiar que retrae a nuestros sentidos, en donde hace elocución a un Mariachi Trilce; lo que a su vez nos trasborda a preguntarnos ¿A qué se refiere la canción con un Mariachi Trilce? ¿Qué significa Trilce?

La contestación remonta, a que dicha palabra proviene del exquisito poemario lleno de sintáctica lexicográfica del Poeta César Vallejo (1922) intitulado «Poemario TRILCE»; se indica, que él le puso ese título en un momento de gran penuria dramática para el poeta, y cuando algún momento se le preguntó qué significa Trilce, respondiendo, señaló qué: “Ah, pues Trilce no quiere decir nada. No encontraba, en mi afán, ninguna palabra con dignidad de título, y entonces la inventé: Trilce. ¿No es una palabra hermosa? Pues ya no lo pensé más: Trilce.” Y siempre que se le preguntaba este ha rehusado a contestar lógicamente. (César Vallejo – Crónicas de poeta 1931).  A sí mismo, ciertos estudiosos indican que Trilce nace de la mezcla de lo Triste y Dulce.

Siendo así, en esta hermosa canción podríamos apreciar a un Marichi triste y dulce, o un Mariachi con sueños aprisionados en la textura de su amor escondido, qué relevante se pronuncia en la vida, con lo que más le gusta hacer, amar a través de su voz, o sin cantar, amar en el entorno de su creación poemática de sueños musicales.

¿Cuántos mariachis trilces, existimos y se esconden en el sentimiento del amor?, que en su bohemia taciturna o en su día claro “buscan un milagro que niegue sus pecados” pecados que se traslucen en la soledad y el miedo del Mariachi a estar solo, o estar acompañado entonando el nombre de la mujer que quiere a su confidente guitarra; soledad que desaparece con el descubrimiento y asombro de saber que hoy existe esa realidad de amor, producto del sudor del sueño de quien se siente prisionero, y tan solo puede decir en la penumbra de la taciturna noche: “en la verdad del subterráneo de mi alma, ¡te quiero!”

Gorki Aguirre

Publicado en Análisis

La verdadera Fecha de independencia de Loja- El 17 de Febrero de 1822.

INDEPENDENCIA DE LOJA SE FIRMÓ EL 17 DE FEBRERO DE 1822

Según el Historiador Dr. Cesar Aguirre Torres, luego de una investigación muy profunda, ha logrado recabar evidencia, que lleva a establecer la verdadera fecha de independencia de Loja. La incuestionable evidencia data del 17 de Febrero de 1822, cuando se firmó con todos los protocolos de la época, el acta auténtica de independencia de la familia Lojana, jurando independencia contra el gobierno español, y procediendo a incorporarnos a la Gran Colombia.

Pero nos preguntamos, ¿Qué sucedió con Loja, por qué ha dejado en la memoria del olvido su verdadera fecha de Independencia?, pese a ser Loja una ciudad muy culta; madre de excelentes personajes, mujeres y hombres ilustres, pensadores, historiadores, artistas, músicos, escritores, cantantes, políticos, todas y todos recordados por haber roto paradigmas con sus pensamientos excelsos que han reivindicado ejemplaridad en su actuar para beneficio de propios y extraños, acrecentando nuestra patria. Sin embargo, hemos dejado en el museo del olvido, una fecha tan importante para la historia de Loja, su provincia y el país.

A continuación publicamos un texto, extraído del blog personal del Dr. Cesar Aguirre, en donde nos explica, desde su talento y talante, este suceso, a la vez que nos adjunta la evidencia, misma que tendría que ser recordada en el calendario de la historia del Ecuador. Siendo que el 18 de noviembre de 1820 resulta ser el grito libertario de Loja contra los españoles, pero el día recordado de su fundación tiene que escribirse como nos lo data la realidad histórica.

El Dr. Cesar Aguirre Torres, indica:

Constituye una tradición que cada 18 de noviembre (recordando al de 1820), se celebre en nuestra provincia y ciudad, la fecha en que supuestamente ocurrió la INDEPENDENCIA DE LOJA. El tiempo y el criterio de quienes han ocupado la administración pública, generaron una “verdad absoluta” que fue incorporada en la mente de los pobladores lojanos, a tal punto que no ha sido materia de análisis, reflexión o discusión, salvo ciertas excepciones.

Sí revisamos por ejemplo la Obra “Historia de Loja y su Provincia” del Dr. Pío Jaramillo Alvarado, podemos encontrar cronológicamente los acontecimientos de aquella época y en donde se evidencia que el 18 de noviembre de 1820 no derivó en la separación del yugo español, y a decir del Doctor Jaramillo Alvarado, fue un levantamiento patriótico, “(…) Loja y su provincia no alcanzaron el 18 de noviembre, sino a manifestar su espíritu de rebelión…”

El mismo Doctor Jaramillo Alvarado, afirma que (…) «Haciendo mención del Acta de ese año, texto que es parte de: “Loja realista guardó sus pendones legendarios, para sustituirlos con las banderas de la revolución democrática, el 17 de febrero de 1822, casi en las vísperas de la Batalla del Pichincha y solo entonces juró la independencia del poder español». Crónicas y Documentos al margen de la Historia de Loja y su Provincia.

Otro investigador del pasado de Loja, el Dr. Alfonso Anda Aguirre, en «Relatos de la Historia de Loja a través de los Siglos», menciona que: “Tras el grito de la Independencia del 18 de Noviembre de 1820, el 17 de febrero de 1822, unida ya la familia lojana en verdadero acto de fervor cívico, juró su Independencia del Gobierno español y de cualquier otro que pretendiera sujetarle”.

Para reforzar lo mencionado, Alejandro Carrión Aguirre, en su artículo “La Independencia de Loja” publicado en la Revista del Archivo Nacional de Historia, sección del Azuay, nos recuerda: “La gran reconciliación de los lojanos, que tan divididos quedaron después del 18 de noviembre de 1820, tuvo lugar el 17 de febrero de 1822, cuando “unida ya la familia lojana, en verdadero acto de fervor cívico” juró la Independencia y se incorporó a la Gran Colombia: vemos en el acta, unidas las firmas de don Pío de Valdivieso y el doctor José María Lequerica con las de don Ramón Pinto y don Nicolás García, “contrarios en un primer momento, unidos hoy por el lazo común de amor a la Patria”.

Para despejar alguna duda, se trascribe a continuación (con las palabras de enlace necesarias), el texto del Acta de Independencia de Loja que reposa en el Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal del Cantón Loja y que lleva una equivocada referencia que la describe como el Acta de la Fundación de Loja y que está expuesta en una vitrina del Salón del Cabildo.

“En la Ciudad de Loja, en diez y siete de febrero de mil ochocientos veinte y dos: en virtud de las prevenciones que contiene el oficio (del) once del presente mes (que) llegó el Domingo o Día del Señor en que se solemnizó con las demostraciones que caben en este lugar el juramento de Nuestra Independencia del Gobierno Español y de todo otro que quiera subyugarnos, para cuya defensa ofreció el Pueblo todo congregado, el Cuerpo Municipal, la Nobleza y Religiones juntas ser fieles a Dios y su Religión y a la Patria, derramar la última gota de sangre, conservar el presente Gobierno Colombiano a toda costa y obedecer a las autoridades legítimamente constituidas. Evacuado así este público juramento en la Plaza Mayor, se dirigieron todas las Corporaciones referidas a la Iglesia Matriz donde se celebró (una) misa de acción de gracias y se cantó un Te Deum con la devoción y alegría posibles, pidiéndole al Dios de nuestros destinos un Gobierno feliz y eterno, presentándole los más debidos agradecimientos por las circunstancias en que últimamente nos hallábamos y manifestando a toda la ciudad un Orador de los derechos que recogíamos y los deberes a los que nos sujetábamos. Así concluyó el acto más luminoso que ha visto en esta ciudad, delante de las Tropas auxiliares del Perú y deseando con el mayor esmero las propias de Nuestra Colombia, que establecerán el sistema feliz en que hemos de vivir y que habíamos jurado desde el 20 de noviembre último, ya sin el temor de que nos opriman fuerzas extrañas, como en aquella vez. Sentada y firmada la presente acta por los señores que componen este Excmo. Cuerpo y los demás que asistieron en el tablado que se levantó, dejándola en el Archivo Público para que la transcriban los que quieran, como lo certifica el presente Secretario. Firman:” (constan los nombres de los suscriptores).

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Este aporte no persigue desconocer los acontecimientos del 18 de noviembre de 1820, pues deberá seguir constando como el momento histórico de nuestro Primer Grito de la Independencia de Loja; pero siendo justos y leales con la verdad histórica, no podemos colocar en el olvido al 17 de febrero de 1822, fecha en la que documentadamente se demuestra y se puede comprobar, que constituyó y deberá registrar el calendario como el día en que Loja juró su Independencia del sometimiento español.

Es tarea de las autoridades provinciales y cantonales de Loja, incorporar esta fecha entre los días cívicos e históricos de celebración por todos los lojanos, más aún cuando se trata de nuestra libertad.

Acta Auténtica de la Independencia de Loja

Referencia que describe a este valioso documento erradamente como el Acta de Fundación de Loja

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Detalle de la fecha del 17 de febrero de 1822